Llena nuestro hogar con tu gracia y tu bendición
Padre Celestial, haz que seamos mejores padres de familia. Tú que en Jesús nos hiciste hijos tuyos y que en María y José nos dejaste un ejemplo eximio de amor desinteresado hacia los hijos, te pedimos que llenes nuestro hogar con tu gracia y tu bendición. Ayúdanos a educar cristianamente a nuestros hijos y a amarnos el uno al otro con un amor sacrificado, tierno y puro. Concédenos el don de formar una familia verdaderamente cristiana que sea como una pequeña Iglesia doméstica. Que nuestros hijos: que crezcan sanos de cuerpo y alma, que aprendan a amarte con sencillez y que nunca se separen de Ti Tuyos son pues Tú nos los has dado y si quieres llamar a tu servicio alguno de ellos, nosotros ofreceremos gustosos la entrega que tú nos pidas. No permitas que nuestros defectos nos hagan caer en la negligencia o en la omisión a la hora de educarlos. Danos fortaleza para ser auténticos testigos de los valores del Evangelio. Danos justicia para saber qué decir y qué hacer en cada momento sin faltar nunca a nuestras obligaciones. Danos templanza para ser dueños de nosotros mismos por encima de nuestros egoísmos a la hora de guiarlos. Danos prudencia para saber cuáles son los mejores caminos para guiarlos hacia ti. Y sobre todo, danos la verdadera caridad, para que sea el amor lo que nos ayuda a hacerlos personas íntegras en su cuerpo, en su alma, en su relación con los demás y en su relación contigo.
Señor, Padre todopoderoso, gracias por estos hijos. A través nuestro has hecho surgir su vida; desde toda la eternidad tú los conocías y amabas. Las preocupaciones, temores y fatigas que nos cuestan, las aceptamos con serenidad. ¡Que siguiendo el ejemplo de Tu Hijo les ayudemos a hacer su camino! Enséñanos tú, Padre bueno, por los méritos de Jesús. tu hijo y Señor nuestro. Amén
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