DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
¡Orar siempre!
“Es preciso orar siempre sin desfallecer” (Lc 18, 1) decía Jesús, y, asimismo, San Alfonso de Ligorio. Para él, orar es indispensable: es el gran medio de la salvación:
“Orar, orar, orar y no abandonar jamás la oración: el que ora se salva, el que no ora, se pierde ”.
Pero hay que orar en verdad. En cuántas ocasiones, San Alfonso ha denunciado el riesgo de contentarnos con repetir fórmulas de oración, aun siendo tan bellas:
“Hay quienes recitan muchas oraciones vocales; pero, si no se practica la oración mental, difícilmente se harán bien las vocales, que se pronunciarán distraídamente, por lo que apenas sí las escucha el Señor...
Y esto se comprueba con la experiencia: muchos recitan diversas oraciones vocales, el oficio divino, el rosario, y, sin embargo, caen en pecado y continúan viviendo en él.
Por el contrario, quien se ejercita en la oración mental, cae difícilmente en pecado; y si alguna vez tiene la desgracia de caer, no será fácil que permanezca mucho en tan miserable estado; o dejará la meditación, o dejará el pecado.
Oración y pecado
no pueden vivir juntos”
"Doctor de la oración"